Continuación:
Philippe Soupault, (1897-1990), Poeta, novelista, crítico y político francés, participó activamente en la creación del movimiento dadaísta y posteriormente fundó, junto a André Breton el surrealismo, aunque fue expulsado del grupo seis años después, en 1926, por mostrarse contrario a su organización. Su espontaneidad fue sumamente útil en las primeras experiencias de escritura automática. Su primera obra surrealista fue “Los Campos Magnéticos”, escrita en colaboración con André Breton y fue en donde por primera vez utilizaron la denominada “escritura automática”.
Continuación:
Paul Eluard, (1895-1952), bajo el seudónimo de Paul Eluard se encuentra la figura del escritor surrealista Eugène Grindel. Tras su participación en la Primera Guerra Mundial, inicia sus contactos con el círculo de intelectuales anarquistas, los dadaístas. Unido al grupo, muy pronto la aparición del surrealismo, le convierte en una de las figuras más representativas del surrealismo francés, colaborando al lado de personalidades como André Breton, Louis Aragon y Philippe Soupault. Sus escritos terminan siendo el resultado mágico y musical de las palabras. El sueño frente a la realidad y la libre expresión del pensamiento se reflejan en sus poemas surrealistas de este periodo. En 1926, se une al partido comunista, aspecto que influye notablemente en su obra. La nueva poesía tiene como objetivo el dolor, la esperanza y la justicia social.
Continuación:
Louis Aragon, (1897-1982), poeta, novelista y ensayista francés. Fue uno de los líderes de movimientos literarios conocidos como dadaísmo y surrealismo. Durante los primeros años de su carrera escribió varias obras de carácter experimental. Su producción novelística se adapta a los variados estilos de su siglo: novela dadaísta, novela realista y nueva novela. Fue un poeta de gran imaginación y delicadeza trabajó la poesía tradicional, aunque dentro del contexto del surrealismo y de la crítica. Dentro de su producción literaria de época surrealista destacan "Fuego de alegría" (1920) y "El movimiento perpetuo" (1925).
Surrealismo Cinematográfico
El surrealismo cinematográfico surge a finales de los años 20, con el español Luis Buñuel en conjunto con Salvador Dalí, de forma experimental. Su primera película fue “Un Chien Andalou” (Un Perro Andaluz), escrita y dirigida por ambos en el año 1929, esta película a pesar de su corto tiempo de duración (aproximadamente 17 minutos), fue tan impactante que tuvo una abrumadora acogida entre los surrealistas y cinéfilos. Y luego, ya en el periodo sonoro, se filma “L'âge d'or” (La Edad de Oro), también dirigida y escrita por Luis Buñuel. La cinematografía al igual que las demás corrientes artísticas surrealistas, se destaca por el método surrealista en que se concibe, en la cinematografía la técnica empleada es la “asociación libre” (método psicoanalítico que fue empleado por Sigmund Freud, que consiste en que se exprese, todo lo que se viene a la mente sin ninguna discriminación).
Un Chien Andalou (1929)
Un Chien Andalou (1929), del cineasta aragonés Luis Buñuel, presenta una manera de expresión, una estética y una moral consonantes con los principios expuestos por André Breton en su "Primer Manifiesto Surrealista" (1924). En esta película, Luis Buñuel logra la "resolución del sueño y la realidad, dos estados aparentemente contradictorios, en una especie de realidad absoluta, una surrealidad”. En su fabricación, en la relación que exige entre espectador y obra y en su intento por liberar la imaginación, Un Chien Andalou es un poema surrealista de intención transgresora que busca revolucionar nuestra concepción de la realidad.
Primero, Un Chien Andalou es surrealista en su hechura. El guión ha sido escrito por Buñuel y Salvador Dalí usando un método parecido a la técnica surrealista sugerida por Breton en su Manifiesto, que consiste en relajarse y plasmar las imágenes que vengan a la mente, sin cuestionarlas. Según nos explica Buñuel "tenían que ser imágenes que nos sorprendieran, que aceptáramos los dos sin discutir. Nada más. […] Hacíamos surgir representaciones irracionales, sin ninguna explicación”. Llevando lo irracional aún mas lejos, la película también está compuesta por elementos oníricos ya que algunas de las escenas como la de las hormigas saliendo de la mano del protagonista están tomadas de sueños de Dalí y de Buñuel. Un Chien Andalou representa entonces una nueva manera de expresarse que toma en consideración al inconsciente, uno de los elementos centrales en el surrealismo.
La película también exige una nueva relación entre la obra de arte y el espectador, representada en el film por la imagen de Buñuel cortando el ojo de una mujer con una navaja de afeitar. De este modo Buñuel busca "romper la barrera defensiva entre el sujeto y los objetos, entre percepción y representación" que es una de las metas del surrealism. Efectivamente, Breton critíca "la incurable manía de querer convertir lo desconocido en conocido, clasificable." y "el deseo de[…] análisis [que] sobrepasa a los sentimientos. Buñuel piensa que "en lugar de tratar de explicar las imágenes deberían aceptarse tal como son. Me conmueven, me repugnan, me atraen? con eso debería bastar”. Solo esta relación sin prejuicios entre objeto emisor y sujeto receptor puede alcanzar la liberación deseada por los surrealistas.
Un Chien Andaluz
Un Chien Andalou es un monumento supremo a la libertad de la imaginación, el principio básico del surrealismo. En su película, Buñuel intenta dejar salir las imágenes que están en el subconciente para de este modo liberar la imaginación que ha sido reprimida por la sociedad. Las imágenes son trampolines para la mente del que las ve; ellas deben estimular el proceso imaginativo sin restringirlo. Esta técnica es esencialmente surrealista porque busca destruir la lógica de la razón y sustituirla por la lógica del subconciente, un mundo donde no existe unidad de tiempo y espacio, una realidad fragmentada. El mundo de Un Chien Andalou está lleno de manos mutiladas, de insectos, de expresiones del deseo sexual, etc. De este modo, Buñuel se subleva contra "la prohibición de cualquier tipo de búsqueda de la realidad que no esté de acuerdo con las prácticas aceptada.
Finalmente, este film está basado en la transgresión y en el escándalo como arma subversiva. En su manifiesto, Breton clama por la inconformidad y nos dice que "todo es válido cuando se trata de obtener la impetuosidad deseada de ciertas asociaciones". Luis Buñuel se levanta en armas contra todos los valores de la sociedad, contribuyendo con su obra a la revolución surrealista. Breton nos dice que "realmente vivimos por nuestras fantasías cuando les damos rienda suelta". No queda duda entonces de que en la mejor tradición vanguardista, Luis Buñuel levantó la tapa de la caja de pandora de su subconsciente para dar rienda suelta a su imaginación.
Principal Exponente:
Luis Buñuel, (1900-1983), fue un director de cine español, posteriormente nacionalizado como mexicano, considerado como uno de los más importantes y originales en la historia del cine mundial. La asistencia de Buñuel a la conferencia que Aragón dio en la residencia sobre el surrealismo fue el detonante para que se desplazara a París, interesado en el movimiento surrealista. Ya en París, y con Dalí como co-guionista, dirigiría, Un chien andalou (Un perro Andaluz) y L'âge d'or (La edad de oro), sus dos películas surrealistas más famosas. Un perro andaluz fue el primer corto surrealista de la historia del cine y tuvo un gran éxito. Fue colaborador habitual de numerosas publicaciones de cine y arte. Le gustaba reflejar la visión pesimista y cruel de la vida. La visión de Buñuel chocaba con la realidad. Tenía muy presente la posibilidad de la destrucción de la tierra, pensaba en las guerras y la bomba atómica. Afirmaba que ni la libertad ni la justicia existían.
Continuación:
Luis Buñuel vino de una familia burguesa y muy religiosa, estudió y vivió la disciplina de la religión, pero se podría argumentar que parte de su trabajo tiene como meta, entre otros objetivos, cambiar a la sociedad en la que vivimos, que se basa en la religión, la familia y el orden establecido, y que impone una moral y un comportamiento social de la que ni siquiera la burguesía que sustenta el poder es libre.
Surrealismo en la Pintura
El surrealismo en la pintura se inicia en los años 20 en España. Se caracteriza principalmente por la exaltación de los procesos oníricos y el erotismo por medio del inconsciente. Su ideal era sobrepasar la realidad y llegar a una renovación de todos los valores culturales, morales y científicos por medio del automatismo (principal método y técnica utilizada por los artistas surrealistas, que consiste en dejar salir los pensamientos que surgen del inconsciente, sin ningún control de la razón, la estética o la moral). La primera exposición surrealista se celebró en Paris en el año 1925. Dentro del surrealismo los artistas se dividen en dos grupos: pintores abstractos y pintores figurativos. Los pintores abstractos son aquellos que crean sus propios universos icnográficos tomando como punto de partida el subconsciente; por otro lado, los pintores figurativos se basaban en la asociación extraña e inusual de imágenes.
Características de la pintura surrealista:
Animación de lo inanimado.
Metamorfosis.
Aislamiento de fragmentos anatómicos.
Máquinas fantásticas.
Elementos incongruentes ( conjunción de imágenes dispares, reales o irreales, tanto en tiempo como en espacio).
Perspectivas vacías.
Evocación del caos.
Continuación:
Representación de toda clase de simbologías, especialmente de carácter erótico y sexual.
Autómatas.
Interpretación de la realidad desde el sueño, el inconsciente y la irracionalidad.
Relaciones humanísticas entre desnudos y maquinaria.
Invención de nuevos métodos y técnicas.
Creación de imágenes equivocas de manera que una misma cosa puede ser interpretada de varias maneras.
Pintores AbstractosPrincipales Exponentes:
Joan Miró, (1893-1983), pintor, escultor, grabador y ceramista español, considerado uno de los máximos y mas radicales representantes del surrealismo, fue alabado por el fundador del surrealismo, André Breton, quien dijo de él, que era "el más surrealista de todos nosotros". En su obra reflejó su interés en el subconsciente, en lo "infantil" y en su país. En numerosas entrevistas y escritos que datan de la década de 1930, Miró manifestó su deseo de abandonar los métodos convencionales de pintura, en sus propias palabras de "matarlos, asesinarlos o violarlos", para poder favorecer una forma de expresión que fuese contemporánea. Sus trabajos surrealistas son considerados de los más originales del siglo XX.
Miró declaró haber creado uno de sus trabajos más famosos, El Carnaval del Arlequín, bajo alucinaciones debidas a la falta de comida y bebida. Su obra anterior a 1920 muestra una amplia gama de influencias, entre las que se cuentan los brillantes colores de los fauvistas, las formas fragmentadas del cubismo y las bidimensionales de los frescos románicos catalanes. Miró arranca de la memoria, de la fantasía y de lo irracional para crear obras que son transposiciones visuales de la poesía surrealista.
André Masson,(1896-1987), pintor francés que adoptó enseguida las técnicas del automatismo, hacia 1923-1924, poco después de conocer a Bretón, aunque hacia 1929 las abandonó para volver a un estilo cubista. André Masson analiza la estructura del objeto para convertirlo en uno de carácter intelectual. Se destaca por sus metamorfosis, su tratamiento poético del mundo de los sueños y su fino erotismo. Sus obras de esta primera época se caracterizan por la opacidad del fondo y el simbolismo erótico. La obra de Masson, aunque inclasificable, tiene la característica de visitar varios mundos al mismo tiempo. Desde la perspectiva técnica y compositiva, pasó por el automatismo (que él practicaba antes de conocer a los surrealistas), por el cubismo analítico, el expresionismo y el informalismo.
Continuación:
Max Ernst, (1891-1976), artista alemán nacionalizado francés, que fue una figura fundamental tanto en el movimiento dadá como en el surrealismo. Se caracterizó por la utilización de una extraordinaria diversidad de técnicas, estilos y materiales. En 1922 se trasladó a vivir a París, donde comenzó a pintar obras surrealistas en las que figuras humanas de gran solemnidad y criaturas fantásticas habitan espacios renacentistas realizados con detallada precisión. En 1925 inventó el frottage, más tarde experimentó con el grattage y la decalcomania. A lo largo de su variada carrera artística, Ernst se caracterizó por ser un experimentador infatigable. En todas sus obras buscaba los medios ideales para expresar, en dos o tres dimensiones, el mundo extradimensional de los sueños y la imaginación.
Continuación:
Ives Tanguy, (1900-1955), pintor de origen francés que se caracteriza por los paisajes imaginarios y desolados, plagados de extrañas y fantásticas formas óseas que proyectan en los suelos, grandes sombras y horizontes lejanos detrás de los que le gustaba imaginar qué cosas podrían existir. La solución artística no era la preocupación de Tanguy. Y por eso mismo no recurrió a formulas y técnicas conocidas. Odiaba la repetición y la convención. Aunque pertenecientes a un mundo de sueños y obsesiones, sus figuras resaltan por su elegancia en colores claros y esmerados detalles.
Pintores FigurativosMáximos Exponentes:
Salvador Dalí, (1904-1989), pintor español, creó su propio mundo imaginario de perspectivas lejanas, de paisajes marinos, claros y luminosos, con un primer plano en que aparecían elementos tan poco relacionados entre sí como partes anatómicas y aparatos mecánicos, que se unen entre sí. Empleó estéticamente las experiencias visionarias, las reinterpretaciones de la memoria y las deformaciones psicológicas y hasta patológicas que, trasladadas a la pintura, cobraron nuevo sentido. Fue el creador del método “paranoico critico”, método en que se basan casi todas sus obras y que fue inspirado en buena parte en base a las teorías de Freud.
Su obra es una representación de imágenes oníricas y objetos cotidianos en formas sorprendentes, como los relojes blandos de su obra “La persistencia de la memoria”. La técnica artística de Dalí se caracteriza por un dibujo meticuloso, una minuciosidad casi fotográfica en el tratamiento de los detalles, con un colorido muy brillante y luminoso. Aunque, finalmente sus últimas obras, a menudo de contenido religioso, se realizan en un estilo más clásico. Ademas de la pintura Dalí realizó varias películas surrealistas en colaboración con Buñuel como El perro andaluz (1928) y La edad de oro (1930), libros ilustrados, diseños de joyería así como escenografías y vestuarios teatrales.
Continuación:
René Magritte, (1898-1967), sus cuadros están repletos de metáforas visuales cuyas claves interpretativas suelen esconderse tras el titulo de las obras. En ellas resulta muy difícil distinguir entre la realidad y la ficción. Magritte dotó al surrealismo de una carga conceptual basada en el juego de imágenes ambiguas y su significado denotado a través de palabras poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y el real. En sus obras cambia los tamaños, las perspectivas y realiza las combinaciones más complejas entre el lenguaje y naturaleza de los objetos. En sus obras se expresa con agudeza, ironía y un espíritu de debate. Cabe destacar que antes de iniciarse en el surrealismo trabajo el cubismo y el futurismo.
Continuación:
Paul Delvaux, (1897-1994), pintor belga, empezó pintando casi exclusivamente paisajes, para pasar a practicar una especie de realismo impresionista. Su técnica, casi académica, contrasta con su afición por los temas misteriosos y por la plasmación de un mundo onírico y personal en el que la mujer se configura como un ser arcano, a veces sometido a metamorfosis vegetales, hombres distraídos e incluso esqueletos, en una atmósfera inquietante marcada por un cierto erotismo. A causa de la pérdida progresiva de la vista, Delvaux dejó de pintar desde 1986, y su última gran exposición retrospectiva fue en París, en 1992.
Continuación:
Oscar Domínguez, (1906-1957), pintor español, que ingresó en el movimiento surrealista en 1934, inventó la decalcomanía y fue el creador de los más fascinantes objetos surrealistas. La iconografía de sus cuadros alude frecuentemente a volcanes, grutas y la vegetación típica de las islas canarias (españolas); también hay latas de conserva, imperdibles, revólveres, flechas, leones, toros y maquinas que se entrelazan con cuerpos humanos, todos estos aspectos forman parte de sus objetos surreales. La aportación más importante que Óscar Domínguez hizo al surrealismo fue la invención de la decalcomanía o calcomanía, técnica en la que el automatismo psíquico tenía un protagonismo absoluto. Otra de sus aportaciones al movimiento surrealista fue la teoría de la petrificación del tiempo a través de la cual empieza a introducir en sus composiciones formas cristalizadas y estructuras de redes angulosas.
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